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(Segunda contribución de El neutrino a la XXII Edición del Carnaval de Biología, organizada por Consultoría y Educación Ambiental)
Hace unos tres millones de años, el vulcanismo hizo emerger el istmo de Panamá, y los continentes de Norteamérica y Sudamérica quedaron unidos. Pero antes de eso, Sudamérica había permanecido aislada durante unos 150 millones de años, desde que se separó de África a principios del periodo Cretácico. Durante todo ese tiempo, la fauna de Sudamérica fue muy particular; sobre todo en lo que se refiere a los mamíferos. Los mamíferos sudamericanos pertenecían fundamentalmente a los marsupiales, los xenartros, como los perezosos, los armadillos y los osos hormigueros, y a varios grupos de ungulados hoy desaparecidos. El mayor depredador entre los mamíferos era el dientes de sable marsupial, Thylacosmilus, aunque con sus patas cortas y sus pies plantígrados no era un corredor veloz. Así pudieron prosperar los cocodrilos terrestres como Sebecus, del que ya hemos hablado aquí.