Según el Diccionario de la Real Academia, un argayo es un desprendimiento de tierra y piedras por la ladera de un monte. Cuando pensamos en la actividad geológica, o bien nos acordamos de volcanes y terremotos, o bien nos imaginamos lentísimos procesos de erosión que se desarrollan a lo largo de millones de años, imperceptibles para nosotros. Pero no siempre es así. Una simple tormenta puede alterar el paisaje de forma drástica. Y no estoy hablando de un huracán como el Harvey que azota estos días los Estados Unidos; me refiero a una simple galerna del Cantábrico. En las fotos se puede ver el estado de la carretera que conduce a la playa de Arnao, en el oeste de Asturias. Está así desde hace varios años por los argayos en el talud de la playa provocados por varias tormentas. Una cosa así lo pone a uno en su sitio.
viernes, 1 de septiembre de 2017
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