El 28 de marzo de 1910, el ingeniero francés Henri Fabre, de 27 años de edad, fue el primero que logró despegar, volar y posarse de nuevo en el agua con un hidroavión. El aparato, sobre el que había estado trabajando varios años, tenía una envergadura de 14 metros, 8,5 metros de longitud y 380 kilos de peso, y estaba equipado con tres flotadores y con un motor de 50 caballos que movía una hélice de 2,6 metros.
El vuelo, de 800 metros, se realizó ante un numeroso público, en la albufera de Berre, situada entre Marsella y la desembocadura del Ródano, cerca de Martigues.
El estudio genético del ADN mitocondrial de un hueso de 40.000 años correspondiente a un dedo humano encontrado en 2008 en una cueva del macizo de Altai, en el sur de Siberia, sugiere que el dedo no pertenece ni al Homo sapiens ni al hombre de Neandertal, sino a una tercera especie que se separó del antepasado común de las otras dos hace un millón de años. Si el análisis del ADN nuclear, que podría estar terminado dentro de pocos meses, confirma el descubrimiento, esto implicaría que hace 40.000 años, en aquella región, convivieron no dos, sino tres especies humanas.
Los primeros restos fósiles de Dimetrodon fueron descubiertos en los Estados Unidos por el paleontólogo estadounidense Edward Drinker Cope en 1878. Dimetrodon era un reptil pelicosaurio, más próximo a los mamíferos que a los reptiles actuales, como atestigua su dentadura; en Dimetrodon ya habían empezado a diferenciarse los distintos tipos de dientes característicos de los mamíferos: tenía caninos cónicos y puntiagudos, con los que desgarraba la carne de sus presas, y otros dientes planos y muy afilados, que le servían para cortar la carne en trozos más pequeños, lo que facilitaba la digestión. Su nombre significa “dientes de dos tamaños”...
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado el año 2010, Año Internacional de la Diversidad Biológica, ante la preocupante y acelerada pérdida de biodiversidad que sufre nuestro planeta como consecuencia de la actividad humana.
La diversidad biológica es esencial para sustentar la biosfera en su conjunto y los ciclos naturales que nos proporcionan agua, alimento, combustibles, salud… Nosotros mismos formamos parte de la naturaleza, y nuestro destino está ligado a la biodiversidad. El oxígeno de respiramos procede en su mayor parte del plancton de los océanos y de los bosques y selvas de todo el mundo. Muchas de las frutas y verduras que comemos han sido polinizadas por diversos insectos. Muchos medicamentos se obtienen de animales, plantas o microorganismos de algún remoto rincón de nuestro planeta.
Compartimos la Tierra con trece millones de especies, de las que sólo conocemos menos de dos millones. Esta riqueza es un tesoro de valor incalculable que debemos preservar. Un tesoro estético y cultural, pero también práctico y económico. La naturaleza ofrece a nuestra civilización unos servicios que sería costosísimo o imposible reemplazar: alimentos, combustibles, fibras textiles, medicamentos, materiales de construcción, purificación del aire y del agua, descomposición de residuos, estabilización del clima, moderación de inundaciones, sequías y vientos, renovación y fertilización de suelos, polinización de cosechas, control de plagas...
En nuestros días, el ritmo de desaparición de especies se ha multiplicado por cien, y va a crecer más. Las pérdidas de biodiversidad son irreversibles, empobrecen la biosfera y reducen su capacidad para resistir a amenazas como el cambio climático. No se trata sólo de las ballenas, los pandas, los tigres… Se calcula que 34.000 especies vegetales y 5.200 animales están amenazadas. Además, la globalización de la agricultura y la ganadería se está centrando en muy pocas variedades; el 30% de las razas de ganado puede desaparecer en pocos años. Y aún más grave es la fragmentación, degradación y desaparición de ecosistemas completos: bosques, humedales, arrecifes de coral… En los últimos cien años han desaparecido la mitad de los manglares y el 45% de los bosques originales de todo el mundo, y su extensión sigue disminuyendo. El 10% de los arrecifes de coral ha desaparecido, y la tercera parte de lo que queda se enfrenta al colapso en las próximas décadas.
El cambio climático ya está afectando a la biodiversidad. Un incremento de sólo un grado en la temperatura media del planeta pondría a muchas especies al borde de la extinción, y dañaría gravemente los sistemas de producción de alimentos. Los desastres naturales, como inundaciones, sequías y huracanes, que ya cuestan enormes sumas de dinero, van a aumentar debido tanto al cambio climático como a la deforestación.
Tenemos que actuar. Debemos exigir a nuestros gobiernos que regulen la explotación de los recursos naturales de manera sostenible y que protejan la biodiversidad. Pero además, como ciudadanos, nuestras decisiones individuales, nuestro estilo de vida, nuestros patrones de consumo, nuestras elecciones políticas tienen un peso importante en el futuro de nuestro planeta.
La Diversidad Biológica es Vida. La Diversidad Biológica es Nuestra Vida.
El explorador y naturalista estadounidense Roy Chapman Andrews nació el 26 de enero de 1884 en Beloit (Wisconsin), cuyos bosques y campos exploró en su infancia. Aficionado a la taxidermia, usó los ingresos que le reportaba ésta para pagarse los estudios, primero en su ciudad natal y después en la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde simultaneó sus estudios de mastozoología (zoología de los mamíferos) con un trabajo de conserje en el departamento de taxidermia del Museo Americano de Historia Natural.
Entre 1909 y 1910 viajó por las Antillas, donde recolectó lagartos y serpientes y observó a los mamíferos marinos. En 1913 participó en una expedición al Ártico, y entre 1916 y 1917 dirigió junto con su esposa una expedición zoológica del museo por China.
En los años 20 organizó varias expediciones a Mongolia, creyendo que allí se encontraba la cuna de la Humanidad. No encontró fósiles humanos, pero descubrió valiosísimos yacimientos de dinosaurios en el desierto de Gobi. Entre las especies descubiertas por Andrews están Protoceratops, Pinacosaurus, Saurornithoides, Oviraptor y Velociraptor. También encontró, por primera vez en la historia, un nido con huevos de dinosaurio, que atribuyó a Protoceratops, aunque después se ha determinado que pertenecían a Oviraptor.
Entre 1931 y 1934, Andrews fue presidente del Club de Exploradores de Nueva York, del que era miembro desde 1908. En 1934, fue nombrado director del Museo Americano de Historia Natural. En 1942 se retiró a Carmel-by-the-Sea, en California, donde se dedicó a escribir sobre su vida, y donde murió el 11 de marzo de 1960.
A lo largo de su carrera corrió grandes peligros: afrontó tifones, naufragó, estuvo a punto de ser devorado por perros salvajes y por una pitón, se despeñó dos veces, fue perseguido por bandidos y por lamas fanáticos...
El sinornitosaurio (Sinornithosaurus, “lagarto-ave chino”) fue descubierto por paleontólogos del Instituto de Paleoantropología y Paleontología de Vertebrados de Pekín en la provincia de Liaoning, en el nordeste de China, en 1999. Es el dinosaurio emplumado más completo que se ha descubierto. Los dos ejemplares conocidos, dos adultos casi completos, además de un tercer fósil que puede ser un ejemplar joven, aparecieron en uno de los yacimientos de dinosaurios más ricos y mejor conservados del mundo, la formación Yixian, que tiene una antigüedad de entre 122 y 125 millones de años, correspondiente al Cretácico inferior.
En los años 1930 y primeros 1940, en la universidad de la ciudad polaca de Lwów (hoy Lviv, en Ucrania; también llamada Leópolis en español) trabajaban algunos de los matemáticos más importantes de la época, lo que se conoce con el nombre de Escuela de Matemáticas de Lwów. Liderados por Stefan Banach y Hugo Steinhaus, pasaban las tardes discutiendo problemas matemáticos en el Café Escocés.
Además de Banach y Steinhaus, formaban parte del grupo muchos matemáticos polacos de primera fila, como Herman Auerbach, Feliks Baranski, Karol Borsuk, Marek Kac, Stefan Kaczmarz, Bronislaw Knaster, Kazimierz Kuratowski, Antoni Lomnicki, Stanislaw Mazur, Wladyslaw Orlicz, Stanislaw Ruziewicz, Stanislaw Saks, Juliusz Schauder, Wlodzimierz Stozek, Stanislaw Ulam...
Durante sus discusiones, los matemáticos solían escribir a lápiz directamente en las mesas de mármol del café, hasta que en 1935 Łucja Braus, la esposa de Banach, les compró un cuaderno, que más tarde recibió el nombre de Libro Escocés. El Libro Escocés, que aún se conserva, es una colección de problemas matemáticos, algunos resueltos, otros no, algunos probablemente irresolubles; estaba a la disposición de cualquier cliente del café. Resolver un problema del cuaderno era recompensado con premios absurdos, como un ganso vivo.
La Segunda Guerra Mundial provocó la disolución del grupo. Algunos huyeron a Occidente; otros, debido a los cambios de fronteras establecidos en los acuerdos de Yalta y de Potsdam (Lwów pasó a la URSS), se trasladaron a Breslavia; pero muchos fueron asesinados a los pocos días de la toma de la ciudad por las tropas alemanas, en el verano de 1941, en la llamada masacre de los profesores de Lwów, dentro de la estrategia nazi de eliminación de la intelectualidad polaca.
El Café Escocés aún existe, en el nº 27 de la avenida de Taras Shevchenko. Pero el Libro Escocés ya no está allí; se conserva en el archivo privado de la familia Banach. Sin embargo, se puede consultar aquí, así que si alguien se anima a resolver algún problema... Aunque no creo que sigan premiando con gansos.
De un tiempo a esta parte, las enfermedades graves están desapareciendo... de nuestro idioma. Los medios de comunicación, e incluso los propios profesionales sanitarios, han dejado de utilizar el adjetivo, y ahora sólo hablan de enfermedades severas. Y lo mismo ocurre con los traumatismos, las heridas, las infecciones, las lesiones, etc. ¿De qué están hablando? Según el diccionario de la RAE, severo significa
1. Riguroso, áspero, duro en el trato o castigo.
2. Exacto y rígido en la observancia de una ley, precepto o regla.
3. Dicho de una estación del año: Que tiene temperaturas extremas.
mientras que grave es
1. Dicho de una cosa: Que pesa.
2. Grande, de mucha entidad o importancia. Negocio, enfermedad grave.
3. Enfermo de cuidado.
etc.
Así que severo se aplica a castigos, maestros, padres, etc (en su primera acepción), jueces (en la segunda) y estaciones del año (en la tercera). En ninguna de sus acepciones severo es aplicable a una enfermedad. ¿Será culpa del inglés, donde severe significa tanto severo como grave, según el contexto? ¿Será por eufemismo, que parece que severo es menos grave que grave? Sí, vale, la primera acepción de severo se podría aplicar figuradamente a una enfermedad, pero como decía el maestro Lázaro Carreter, es la repetición lo que cansa. Un uso figurado y metafórico utilizado hasta la náusea, incluso en los informes oficiales, se convierte en un insufrible lugar común.
Cualquier día de estos, mis amigos del Coro de Voces Graves de Madrid se encuentran con que les han cambiado el nombre: Coro de Voces Severas de Madrid. ¡Qué miedo! ¡Cualquiera se atreve a asistir a uno de sus conciertos!
¿Estoy siendo demasiado severo? Yo creo que no: El problema es grave.
"La novela me ha gustado mucho, me ha hecho reír, me ha hecho pensar. Una forma magnífica de pasar un buen rato, una novela que recomiendo a todo el mundo." (www.ficcioncientifica.com) / "una historia interesante y original que nos cautivará desde sus inicios." (www.todoliteratura.es)
El expediente Karnak, recomendado por Me Gusta Leer "[...] tanto la historia, como el ritmo en que es presentada al lector, como el desenlace final, son una pequeña joya [...]"