Hay que tomar medidas

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Dimensiones de un campo de fútbol (Thomas Rosenau, 2006)

Ha vuelto a suceder. Ayer, en la radio, volvieron a dar una superficie en campos de fútbol. Nada de hectáreas, ni de metros cuadrados, sólo campos de fútbol. Es el fin. El Sistema Internacional de Unidades ha fracasado. Desde aquí insto a las autoridades competentes, la Oficina Internacional de Pesas y Medidas, el Centro Español de Metrología y el Metro de Madrid, a que tomen las oportunas medidas, nunca mejor dicho, para sustituirlo por otro más acorde con la idiosincrasia del ser humano.

Y ya que lo hacemos, hagámoslo bien. Sin complejos. No basta con sustituir la unidad de área, el metro cuadrado, por el campo de fútbol. No queremos volver a aquellos tiempos en los que la longitud se medía en varas, leguas o verstas y la masa en onzas, en arrobas o incluso en escrúpulos, que luego es un jaleo; y si no, que le pregunten a la NASA qué pasa cuando mezclas millas y kilómetros... Hay que definir un nuevo sistema coherente y completo. Aquí va mi humilde propuesta: Las unidades del Sistema Internacional están basadas en procesos físicos. Dejémonos de zarandajas y basemos el nuevo sistema en algo que interese a la gente: el fútbol.

El área, como ya hemos dicho, se medirá en campos de fútbol. Pero el área no es una unidad básica, es una unidad derivada; deriva de la unidad de longitud. Como la unidad de área es simplemente la unidad de longitud elevada al cuadrado, definamos la nueva unidad de longitud como la raíz cuadrada del área de un campo de fútbol. Aquí tenemos un cierto margen de maniobra: según la FIFA, las dimensiones de un campo de fútbol pueden variar entre 90 y 120 metros de largo y entre 45 y 90 metros de ancho, aunque para los partidos internacionales se recomiendan de 100 a 110 metros de largo y de 64 a 75 metros de ancho. Esto nos da un área que puede variar entre 4050 y 10800 metros cuadrados, o entre 6400 y 8250 metros cuadrados para los partidos internacionales. Vamos a quedarnos con un valor intermedio, 8100 metros cuadrados. Así pues, la nueva unidad de longitud será la raíz cuadrada de 8100 metros cuadrados, o sea, 90 metros. Casualmente, tanto la banda como el fondo de un campo de fútbol pueden medir 90 metros, así que llamaremos a esta unidad la banda. En este sistema, la estatura de un español medio sería de 1,98 centibandas, y la de una española media, 1,85 centibandas. No está mal: "¿Cuánto mides?" "Antes medía uno setenta y ocho, pero ahora mido uno noventa y ocho." ¡Viva el Sistema Futbolero de Medidas!

Un sistema de unidades que se precie necesita también su unidad de tiempo. El sistema actual es un poco absurdo, reconozcámoslo. Los días se dividen en 24 horas, las horas en 60 minutos, y los minutos en 60 segundos. Hagámoslo más fácil. La nueva unidad será el periodo, que equivaldrá, por supuesto, a 45 minutos. Vamos a ignorar el tiempo de descuento para no complicarnos la vida innecesariamente. Así, un día se dividirá en 32 periodos, y el periodo lo podemos dividir en deciperiodos (4 minutos y medio), centiperiodos (27 segundos) y miliperiodos (2,7 segundos). Ahora podemos traducir a las nuevas unidades, por ejemplo, el récord del mundo de los cien metros lisos de Usain Bolt, que será de 3,55 miliperiodos. ¿Pero qué digo? Si con el nuevo sistema ya no habrá carrera de cien metros lisos. Ahora se correrá la banda lisa.

Con las unidades de longitud y tiempo podemos expresar velocidades y aceleraciones. La velocidad de la luz será ahora de 8.993.773.740 bandas por periodo, o, aproximadamente, nueve mil millones de bandas/periodo. Una cifra muy fácil de recordar. De hecho, vamos a redefinir el valor de la banda a 89,9377 metros para que la velocidad de la luz sea exactamente nueve mil millones de bandas por segundo. Es casi lo mismo. Y los nuevos límites de velocidad en carretera serán de 417 bandas por periodo en ciudad (lo dejamos en 420), 750,5 bandas por periodo en carretera (¿lo dejamos en 750?) y 1000,7 bandas por periodo en autopista. ¡Podremos ponernos a mil!

También necesitamos una unidad de masa, y qué mejor que un balón de fútbol para servir de patrón. Todo el mundo ha tenido alguna vez un balón de fútbol en sus manos, algo que no se puede decir del kilo patrón que se guarda en París. Un balón de fútbol puede pesar entre 410 y 450 gramos. Pongamos 430 gramos. Una persona de 86 kilos pesará 200 balones, y una de 50, 116. Pero... mucho me temo que más de una anoréxica va a querer bajar de la barrera psicológica de 100 balones, o sea, de 43 kilos. Aquí vamos a tener un problema.

Aunque para problema, el que se va a encontrar la FIFA cuando quiera adaptar su reglamento al nuevo sistema: un balón de fútbol puede pesar entre 0,95 y 1,05 balones, y un campo de fútbol puede medir entre 1,0007 y 1,33 bandas de largo (entre 1,11 y 1,22 bandas para partidos internacionales) y entre 0,5 y 1,0007 bandas de ancho (entre 0,71 y 0,83 bandas para partidos internacionales), con la absurda consecuencia de que la superficie de un campo de fútbol (real) podrá variar entre 0,5 y 1,34 campos de fútbol (unidades).

Dejo como ejercicio para el lector la definición del resto de las unidades básicas y derivadas.