Este verano he estado leyendo el libro Atlas del Universo, de Gianluca Ranzini, publicado en España por Alianza Editorial en 2001. Es un buen libro divulgativo, completo y actualizado (hasta la fecha de publicación, claro), sobre el Universo en que vivimos, desde el Sistema Solar hasta los cúmulos y supercúmulos de galaxias.
Pero... la traducción es nefasta. No dudo que la traductora sea una profesional que sepa mucho español y mucho italiano. De lo que parece que no sabe es de ciencia. Sirvan de muestra los siguientes ejemplos: se empeña en llamar "orla" al halo de las galaxias y "cúmulo" al núcleo de las estrellas; asigna a los pulsares género femenino, en contra del criterio de la RAE y de todos los astrofísicos españoles que conozco; y estropea una de las explicaciones más claras que he leído de qué son los fractales porque insiste en llamarlos "fractuales". Por no hablar de las frases que resultan totalmente incomprensibles, probablemente porque la propia traductora no las ha entendido en italiano.
Así no vamos a ninguna parte. Y no le echo toda la culpa a la traductora. Lo mínimo que se le puede exigir a una editorial seria (y yo creía que Alianza lo era) cuando publica un libro como éste, es que haga revisar la traducción por un especialista en la materia. Que en España los tenemos, y muy buenos. Señores editores, gasten un poco más de dinero, y ofrezcan a los lectores los libros de divulgación científica de calidad que se merecen, y no libros de saldo traducidos de cualquier manera. Luego se escudarán en que la ciencia en España no interesa para no publicar más libros de divulgación. ¿Cómo va a interesar, si la hacen ininteligible?
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