domingo, 4 de octubre de 2009

Un planeta donde llueven piedras


El pasado mes de febrero, el telescopio espacial francés Corot descubrió el planeta Corot-7b, el planeta rocoso extrasolar más pequeño hasta la fecha. Corot-7b, con un diámetro de 1,7 veces el de la Tierra, y una masa cinco veces la de nuestro planeta, orbita alrededor de la estrella Corot-7, una enana naranja descubierta también por el mismo telescopio a unos 500 años-luz de la Tierra, en la constelación del Unicornio.

Corot-7b orbita a sólo dos millones y medio de kilómetros de su estrella, 23 veces más cerca que Mercurio del Sol. Da una vuelta completa alrededor de Corot-7 en sólo 20 horas.

En agosto de este año se descubrió un segundo planeta en el sistema, Corot-7c. Con los datos de ambos planetas se ha podido calcular la densidad de Corot-7b, que es la misma que la de la Tierra, así que seguramente se trata de un planeta rocoso.

Corot-7b está tan cerca de su estrella que, como nuestra Luna, le muestra siempre la misma cara. En una mitad del planeta siempre es de día. En esa mitad, la temperatura, unos 2300 ºC, es suficiente para fundir la roca. Así, su superficie debe de estar hecha de lava fundida o de océanos hirvientes. En la cara nocturna, por el contrario, la temperatura es glacial, sólo 50º por encima del cero absoluto.

Un grupo de científicos de la Universidad Washington de San Luis (EE.UU.) ha desarrollado un modelo de atmósfera para Corot-7b, mediante cálculos de equilibrio termoquímico. Aunque la composición exacta del planeta no se conoce, los cálculos muestran esencialmente los mismos resultados para las cuatro posibilidades que se han estudiado.

Según el estudio, la atmósfera de Corot-7b está formada en su mayor parte por sodio, potasio, monóxido de silicio y oxígeno, con cantidades menores de magnesio, aluminio, calcio y hierro. Todas esas sustancias, vaporizadas de la superficie iluminada del planeta, se van enfriando al elevarse, o al ser arrastradas hacia la cara oscura por los fuertes vientos provocados por la enorme diferencia de temperatura entre la cara diurna y la cara nocturna del planeta. Así, de la misma manera que en la Tierra el vapor de agua se condensa en nubes, en Corot-7b, en función de la altitud y de la temperatura, se producen nubes y lluvias de distintos minerales, como enstatita (silicato de magnesio), corindón (óxido de aluminio), espinela (óxido de magnesio y aluminio), wollastonita (silicato de calcio)...

El sodio y el potasio, que tienen puntos de ebullición más bajos, permanecen en la atmósfera, de manera que el modelo predice la existencia de nubes altas de estos gases, detectables desde la Tierra. De hecho, ya se ha detectado sodio en la atmósfera de otros dos exoplanetas, aunque aún no en Corot-7b.

3 comentarios:

  1. No entiendo como estando tan cerca, puede tener una parte tan fría, me imagino que los gases se mueven, tenderían a repartirse por la atmósfera, creando una temperatura más uniforme...¿no?

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  2. Sí, el calor se repartiría en la atmósfera por convección. PSe formarían células de convección en la que los gases calientes de la cara iluminada del planeta ascenderían, se desplazarían en las capas altas de la atmósfera hacia la cara oscura del planeta, y allí, si no hay algún tipo de efecto invernadero, perderían el calor por radiación hacia el espacio, se enfriarían y descenderían hasta la superficie. Así que a la superficie de la cara oculta llegaría muy poco calor. Siempre que, como ya he dicho, no exista efecto invernadero en aquella atmósfera.

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  3. Gracias por la respuesta !

    Ah, y también por descubrirme esto de los podcast, que hasta el post anterior no tenía ni idea de que eran, y ahora soy casi adicto a escucharlos

    Saludos.

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