Muy poco es lo que se sabe de la reproducción del tiburón ballena (Rhincodon typus), el pez más grande del mundo, que puede superar los 12 metros de largo y las 20 toneladas de peso. Se sospecha que es ovovivíparo, o sea, que la hembra guarda los huevos en el interior de su cuerpo hasta la eclosión, y pare las crías vivas. Pero nunca se ha podido ver dónde y cómo lo hacen. Muy raramente se encuentran ejemplares jóvenes de este tiburón; hasta ahora se pensaba que los tiburones ballena recién nacidos medían entre 40 y 60 centímetros de longitud; se cree que alcanzan la madurez sexual alrededor de los 30 años, y que viven unos 100.
Ahora, unos pescadores de la provincia de Sorsogón, al sureste de la isla filipina de Luzón, han capturado por casualidad un tiburón ballena de menos de 40 centímetros de longitud, el más pequeño encontrado hasta la fecha. Todos los años, entre enero y mayo, esa región acoge la mayor concentración mundial de tiburones ballena. Hasta ahora, se pensaba que los tiburones acudían a las costas de Sorsogón para alimentarse, pero la pequeñez del ejemplar ahora descubierto, probablemente recién nacido, indica que quizá aquella región sea también su maternidad.
Smallest Whale Shark Rescued in Sorsogon (WWF)
Es conocida la captura de tiburones ballena incluso más pequeños de 30 centímetros. Sin embargo, no suele salir a la luz ya que en Filipinas también está prohibida la pesca de chanquetes, que tienen en estas tierras un tamaño superior a los de Málaga.
ResponderEliminarEste dato viene a corroborar las tesis de la corriente científica denominada Unidad Ictiológica, que afirma que todos los peces son el mismo en diferentes etapas de su desarrollo: todos empiezan como chanquetes y acaban como ballenas. Afortunadamente, la pesca retira del mar una gran cantidad de peces jóvenes (merluzas) o adolescentes (atunes), ya que si no el mar ya se habría llenado de ballenas y no cabrían más (hay quien explica el milagro de andar sobre las aguas que realizó Jesucristo, por la prohibición de pescar que implantaron los Romanos en Judea (el río estaba sólido de tanto pez), y el de los panes y los peces como una justificación al incumplimiento de la misma).
ResponderEliminarEfectivamente amigo lópez. Tal y como tengo demostrado en mi Tesis Doctoral sobre la vida en Judea en época de Jesucristo, Tiberio (a la sazón emperador romano) dictó un edicto en el que limitaba el derecho de pesca a los judíos a la mera subsistencia, esto es, a dos peces por persona y día. Las penas establecidas variaban con la cantidad de peces hallados en poder de un infractor, siendo la menor de las previstas la de multa de un denario por pescar tres peces. A partir de esta cantidad las penas aumentaban considerablemente. Llegada la guardia romana al lugar del festín tras el milagro, pudieron ver una enorme cantidad de personas comiendo pescado, por lo que se dispusieron a arrestarlos a todos con la agravante de premeditación, ya que habían llevado una gran cantidad de pan para acompañar el pescado. Los discípulos señalaron cobardemente al muchacho como responsable, aunque dijeron que tenía sólo 2 peces y 5 panes, pero que Jesucristo (a quien ya se le conocía como profeta) había hecho el milagro de su multiplicación. La anécdota-milagro pasa a la historia porque la guardia se lo creyó, yéndose todos de rositas tras la comilona. De aquí viene una expresión judía todavía en boga que dice "eres más tonto que el romano de los peces".
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