Esta semana se han anunciado dos descubrimientos cuya única relación es que ambos se refieren a estructuras de forma circular descomunalmente grandes.
Por un lado, gracias al telescopio espacial Spitzer de la NASA se ha descubierto un enorme anillo de partículas de hielo y polvo alrededor de Saturno, mucho más grande que los anillos ya conocidos. El nuevo anillo está situado a seis millones de kilómetros de Saturno, y se extiende otros doce millones de kilómetros hacia fuera. Febe, el satélite irregular más grande de Saturno, orbita a esas distancias; probablemente, el anillo está formado por el material expulsado de Febe por las colisiones del satélite con pequeños cometas, meteoritos, etc, a lo largo de la historia.
El anillo, a diferencia de los otros anillos de Saturno, es muy grueso, su anchura es de unas veinte veces el diámetro del planeta, y está inclinado 27º con respecto al plano de los demás anillos. El nuevo anillo es muy tenue, invisible desde la Tierra; lo que ha detectado el telescopio Spitzer es su emisión infrarroja. Si fuera visible, su tamaño en el cielo sería el doble que el de la Luna llena.
Este descubrimiento apoya la explicación comúnmente aceptada para uno de los misterios de Jápeto: la diferencia de brillo entre los dos hemisferios de ese satélite de Saturno. El nuevo anillo, al igual que Febe, gira alrededor de Saturno en sentido contrario al de los demás satélites y anillos. Parte del material del anillo va cayendo poco a poco hacia Saturno, y es barrido por Jápeto; de esta manera, el hemisferio "delantero" de Jápeto está cubierto por el material del anillo, más oscuro que la superficie original del satélite.
Más cerca de nosotros, en Plagne, en el Jura francés (los montes que dieron su nombre al Jurásico), Marie-Hélène Marcaud y Patrice Landry, de la Asociación de Naturalistas de Oyonnax, han descubierto las huellas de dinosaurio más grandes conocidas hasta la fecha. Se trata de depresiones circulares rodeadas de una rebaba de sedimento calcáreo, de 1,20 a 1,50 metros de diámetro, que forman pistas de decenas de metros de longitud. Corresponden a dinosaurios saurópodos, herbívoros cuadrúpedos de cuello largo, de 30 o 40 toneladas de peso y más de 25 metros de longitud, que recorrieron la región hace 150 millones de años.
He puesto "Saturno" y "dinosaurio" en youtube y me ha salido esto:
Puede que sea una pregunta estúpida... Pero, ¿Por qué los anillos giran en sentidos contrarios?
ResponderEliminarTambién quería hacerle otra pregunta, es sobre la cavitación. ¿El tamaño afecta a este fenómeno o sólo depende de la velocidad? La duda me ha surgido estudiando a Bdellovibrio ( http://microgaia.blogspot.com/2009/10/micro-cazadores-primera-parte.html )
Un saludo.
http://www.tu.tv/videos/saturno-el-senor-de-los-anillos
ResponderEliminarEl nuevo anillo gira en sentido contrario porque el material que lo forma procede de Febe, que también gira en sentido contrario. Ahora la pregunta es ¿por qué Febe gira en sentido contrario? Pues porque no se formó en el sistema de Saturno, sino que es un asteroide capturado. Su órbita y su sentido de giro no están relacionados con los de los otros satélites de Saturno, sino con la dinámica y la geometría de la captura.
ResponderEliminarEn cuanto a la cavitación microscópica, no encuentro documentación al respecto, pero seguramente el comportamiento no sea el mismo que en el mundo macroscópico, como tampoco lo es el de la viscosidad y otras propiedades de los fluidos.
Gracias por las respuestas !
ResponderEliminarEl tema de la viscosidad y los fluidos me ha preocupado bastante desde que leí, no recuerdo si en un libro de Dawkins o en uno de Lovelock, que para las bacterias el agua no debía ser un líquido como para nosotros, si no que tendrían que percibirlo como un lodo, o una arena fina. Lo cual me hizo plantearme que algo fallaba sobretodo con muchas estructuras de flotación.
Pero no he conseguido encontrar respuesta.
Un saludo.