Hoy se cumplen cincuenta años de la muerte del físico francés Jean Cabannes.
Jean Cabannes nació en Marsella el 12 de agosto de 1885 y murió en Saint-Cyr-sur-Mer el 31 de octubre de 1959.
Entre 1910 y 1914 estudió la difusión de la luz por las moléculas de los gases en el laboratorio de Charles Fabry, en su ciudad natal, y demostró que los gases puros pueden dispersar la luz. Fue movilizado durante la Primera Guerra Mundial, lo que le obligó a interrumpir sus investigaciones durante cinco años. En 1919 pudo por fin regresar al laboratorio para terminar su tesis doctoral, que defendió en 1921. Entre 1920 y 1924 fue profesor de física en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Montpellier. Ese último año recibió el Premio Félix Robin de la Sociedad Francesa de Física. En 1925 ganó la cátedra de física en Montpellier. Ese mismo año, junto con Jean Dufay, calculó la altura de la capa de ozono de la atmósfera.
En 1937, Cabannes se traslada a la Facultad de Ciencias de la Universidad de París, donde fue profesor titular de Física General y director del Laboratorio de Investigaciones Físicas, y decano entre 1946 y 1949, año en que fue elegido miembro de la Academia Francesa de Ciencias.
En 1928, con Pierre Daure y su equipo, Jan Cabannes había descubierto que la difusión de la luz en los gases puede provocar cambios en la longitud de onda, fenómeno que fue denominado efecto Cabannes-Daure. Este mismo efecto fue descubierto independientemente por los físicos indios C.V. Raman y K.S. Krishnan en líquidos y por los soviéticos Grigory Landsberg y Leonid Mandelstam en cristales. Fue propuesto como candidato al Premio Nobel de Física en 1929, pero fue Luis de Broglie quien lo ganó "por el descubrimiento de la naturaleza ondulatoria del electrón". El año siguiente, fue Raman quien ganó el Nobel por su trabajo sobre la dispersión de la luz y por el descubrimiento del efecto que lleva su nombre". Así es, como Raman consiguió explicar de manera unificada mediante la mecánica cuántica los fenómenos descubiertos independientemente por Cabbanes y Daure en gases, por Landsberg y Mandelstam en cristales, y por él mismo y por Krishnan en líquidos, todos ellos se conocen desde entonces como efecto Raman. Hoy en día, sólo se recuerda a Cabannes por un cráter de la cara oculta de la Luna que lleva su nombre. Sic transit gloria mundi.
Suena triste terminar olvidado después de investigar tanto. Pero bueno al menos tiene su cráter en la luna.
ResponderEliminarUn oficio muy sacrificado y con poca o ninguna recompensa.