lunes, 25 de mayo de 2009

La Guerra de los Huesos

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Marsh (a la izquierda) y Cope

La Guerra de los Huesos fue un periodo de intensa búsqueda y descubrimiento de fósiles en los Estados Unidos, a finales del siglo XIX, que estuvo marcado por la rivalidad entre Edward Drinker Cope (de la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia) y Othniel Charles Marsh (del Museo Peabody de Historia Natural de Yale).

Cope y Marsh se conocieron en Berlín en 1864. Su relación, amistosa al principio, se fue tensando debido a su diferente origen social, a sus discrepancias en temas científicos y a sus fuertes personalidades. Tras una serie de malentendidos y sucias maniobras, las hostilidades comenzaron abiertamente en 1873.

Durante años, ambos paleontólogos usaron su fortuna personal y su reputación para organizar expediciones a los ricos yacimientos fosilíferos del oeste de los Estados Unidos, sobre todo en busca de dinosaurios. En su intento de conseguir la supremacía y de desacreditar y ridiculizar al rival, no dudaron en recurrir al soborno, el fraude, el robo, el espionaje, el sabotaje, la destrucción de fósiles y los ataques personales.

Cope y Marsh acabaron arruinados financiera y socialmente, pero sus contribuciones a la paleontología fueron enormes. Además, la Guerra de los Huesos fomentó el interés del público por los dinosaurios, que no ha decaído desde entonces.

En números, Marsh "ganó" la guerra: descubrió 80 nuevas especies de dinosaurio, mientras que Cope "sólo" descubrió 56. Esto se explica sin embargo porque Marsh tardó más tiempo en arruinarse y sólo buscaba reptiles y mamíferos fósiles, mientras que los intereses de Cope eran más amplios. Entre los dinosaurios descubiertos por Marsh están algunos de los más célebres: Triceratops, Allosaurus, Diplodocus, Stegosaurus...

La Guerra de los Huesos también tuvo efectos negativos: en su intento por superar al rival, tanto Marsh como Cope describieron muchas nuevas especies que al cabo del tiempo han resultado no ser tales, en una confusión de nombres que ha plagado la paleontología durante muchas décadas. Además, la animosidad entre los dos científicos afectó a la reputación de toda la paleontología estadounidense en Europa durante años, y con razón: se destruyeron fósiles para evitar que cayeran en manos del enemigo, se enterraron yacimientos para ocultarlos, otros paleontólogos más metódicos tuvieron que abandonar sus excavaciones ante la imposibilidad de competir con ellos...

La guerra terminó con la muerte de Cope, en 1897; Marsh no tardó en seguirle dos años después.

1 comentario:

  1. La guerra de los huesos, ¡qué excelente muestra de la labor científica!

    2001, una odisea del espacio, ¡qué excelente reportaje documental de una convención de científicos!

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