Los antiguos creían que los hipopótamos "sudan sangre". Es verdad que cubren su cuerpo con una secreción rojiza, pero ni es sudor ni es sangre. Unas glándulas especializadas de la piel segregan esa sustancia aceitosa, que al principio es incolora, pero que en pocos minutos se vuelve de color rojo-anaranjado, y más tarde marrón.
La utilidad de esta secreción es triple:
- En primer lugar, repele a los insectos, tan abundantes en las zonas pantanosas donde viven los hipopótamos.
- Además, funciona como filtro solar. Aunque los hipopótamos son animales esencialmente nocturnos, la enorme cantidad de alimento que deben ingerir les obliga a veces a salir a buscar comida durante el día; su piel desnuda, adaptada a la vida en el agua, no les ofrece protección alguna contra los rayos ultravioletas del sol.
- Por último, es un excelente antiséptico y antibiótico. Esto es muy útil para los hipopótamos, ya que son animales muy agresivos que luchan entre sí con mucha frecuencia. Casi todos los hipopótamos salvajes tienen el cuerpo cubierto de heridas y cicatrices; esta secreción evita el crecimiento de hongos y bacterias infecciosas en la piel.
Se han identificado dos pigmentos en la secreción: el ácido hiposudórico, de color rojo, y el ácido norhiposudórico, de color naranja. Todos los hipopótamos, sea cual sea su dieta, producen los pigmentos, así que no los obtienen de los alimentos, sino que son capaces de sintetizarlos por sí mismos.
Hoy se cumplen doscientos años de la muerte del compositor austríaco Franz Joseph Haydn. Desgraciadamente, no he podido encontrar ninguna relación entre Haydn y los hipopótamos.
Que ok ni que su CHPBM de la naranjera tonina acosta.
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