viernes, 22 de mayo de 2009

El dragón de Komodo es venenoso


El dragón de Komodo (Varanus komodoensis) es el mayor lagarto del mundo, con tres metros de longitud y más de cien kilos de peso. (Los cocodrilos, como explicaré en otra ocasión, no son lagartos.) El dragón de Komodo habita en varias islas de Indonesia central (Komodo, Rinca, Flores, Gili Motang y Gili Dasami). Su técnica de caza consiste en infligir profundas heridas a sus presas y esperar a que mueran desangradas. Hasta ahora se creía que las mordeduras del dragón de Komodo provocaban septicemia en sus víctimas, debido a las bacterias que viven en su boca. Sin embargo, un equipo de investigadores australianos ha descubierto ahora que las glándulas salivares de estos animales segregan un veneno, similar al de algunas serpientes, que dilata los vasos sanguíneos, eleva la tensión arterial y evita la coagulación de la sangre. Esto, unido a las profundas heridas que causan sus decenas de dientes serrados, hace que la víctima se desangre en pocas horas. Así, el dragón de Komodo minimiza el contacto con la presa viva, y es capaz de matar cabras, perros, cerdos, jabalíes, ciervos, búfalos e incluso humanos.

Las glándulas venenosas no se habían descubierto hasta ahora porque, a diferencia de las serpientes, el veneno no se inyecta a través de hendiduras de los dientes, sino que se libera por orificios situados en la mandíbula, entre los dientes. Ha hecho falta una resonancia magnética de una cabeza de dragón de Komodo conservada en el Museo de Historia Natural de la Universidad Humboldt de Berlín para detectarlas; después, el descubrimiento se ha confirmado con la extracción quirúrgica de las glándulas de un ejemplar moribundo en el Zoo de Singapur y el análisis químico de la saliva.

Los investigadores han comparado además la anatomía de la mandíbula del dragón de Komodo con los fósiles de uno de sus parientes más cercanos, megalania (Varanus priscus), un varano de seis o siete metros de longitud que vivió en Australia hasta hace unos 40.000 años, y han concluido que este gigante también era venenoso. Megalania coincidió posiblemente con los primeros humanos en ese continente, e incluso hay quien dice que aún sobrevive en algunos rincones perdidos de Australia. Resultaría sorprendente que un animal tan enorme pudiera haber pasado desapercibido, pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que el dragón de Komodo no fue descubierto por la ciencia hasta 1910, y que Australia es 20.000 veces más extensa que la isla de Komodo.

1 comentario:

  1. D. Neutrino: No nos meta con calzador sus ensoñaciones criptozoológicas.

    Por otro lado, no es raro que el lagarto al que extrajeron las glándulas salivales estuviera moribundo: le había pegado dos tiros para sacárselas!!!

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