(Segunda contribución de El neutrino al Tercer Carnaval de la Biología, organizado por El Pakozoico.)
Mañana, 30 de abril, cumple 75 años el biólogo español Antonio García-Bellido, discípulo de Severo Ochoa y padre de la escuela española de Biología del desarrollo.
Antonio García-Bellido y García de Diego, hijo del historiador y arqueólogo Antonio García y Bellido y nieto del filólogo Vicente García de Diego, nació en Madrid el 30 de abril de 1936. Estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid. Terminada la carrera, en 1958 entró como becario en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en 1962 obtuvo el doctorado con premio extraordinario. Más tarde pasó por las universidades de Cambridge y Zürich, y por el Instituto Tecnológico de California.
En 1974 consiguió una plaza de profesor de investigación en el CSIC. El año siguiente, fue uno de los fundadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO), cuyo laboratorio de genética del desarrollo dirigió durante 32 años. Ha sido director del Instituto de Genética y del propio CBMSO. En la actualidad es "profesor vinculado ad honorem" del CSIC.
Antonio García-Bellido es uno de los científicos españoles más reconocidos internacionalmente. Ha sido uno de los pioneros en el estudio de la genética del desarrollo y de la diferenciación celular, los procesos por los que las células adquieren sus formas y funciones especializadas durante el desarrollo de los seres vivos.
Es consejero científico de varios organismos españoles y europeos y miembro de una docena de sociedades científicas internacionales, así como de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales española, de la American Academy of Arts and Sciences, de la Royal Society de Londres, de la National Academy of Sciences (EE.UU.), de la Academia de Ciencias Francesa, de la Academia Pontificia de Ciencias y de la Academia Europea de Ciencias. Ha recibido varios doctorados honoris causa de diversas universidades y de la Academia de Ciencias de la URSS y una decena de premios internacionales; entre ellos, el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1984 y el Premio Leopold Mayer de la Academia de Ciencias de París en 1986.
Siguiendo la tradición familiar de cambiar de disciplina de conocimiento en cada generación, su hijo Juan García-Bellido se dedica a cosmología. ¡Un abrazo, Juan!
Que yo sepa, nunca ha sido discípulo de Severo Ochoa. Fue uno de los investigadores que empezaron el Centro de Biología Molecular en los 70s, pero su linea de investigación no se cruzó nunca con la de Severo Ochoa.
ResponderEliminarGracias por la puntualización.
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