Lee de Forest (The Electrical Age, 1904) |
Lee de Forest nació en Council Bluffs (Iowa, EE.UU.) el 26 de agosto de 1873. Aunque su padre, pastor de la Iglesia Congregacionista, deseaba que su hijo siguiera sus pasos, Lee estaba más interesado en la ciencia y en la tecnología, y se matriculó en la Universidad de Yale en 1893. Su curiosidad le llevó una noche a manipular la red eléctrica de la universidad, lo que provocó un apagón en el campus y su expulsión de Yale. Más tarde fue readmitido, y se licenció en Física en 1896. Ya por entonces había empezado a ganar dinero con sus inventos mecánicos. Prosiguió sus estudios en Yale y se doctoró en 1899 con una tesis sobre "la reflexión de las ondas hertzianas en los extremos de hilos paralelos".
Desde 1899 hasta 1901 trabajó en el Armour Institute of Technology y en el Lewis Institute (que más tarde se unirían para formar el Instituto de Tecnología de Illinois) y realizó sus primeras transmisiones de radio de larga distancia. Su interés por la telegrafía sin hilos le llevó a inventar el triodo en 1907. El triodo es una válvula electrónica (o termoiónica) de vacío, en la que se ha introducido un tercer electrodo, llamado rejilla, entre el ánodo y el cátodo, los dos electrodos de la válvula original, el diodo. Gracias a la rejilla, el triodo es un detector de ondas electromagnéticas mucho más sensible que el diodo, y se puede emplear como amplificador en la recepción de ondas de radio. Antes de la invención del transistor en 1948, y del subsiguiente desarrollo de la electrónica de semiconductores, el triodo fue un elemento insustituible en el desarrollo de las comunicaciones telefónicas intercontinentales, la radio y el radar.
Lee de Forest murió en Hollywood el 30 de junio de 1961. En 1922 había recibido la medalla de honor del Instituto de Ingenieros de Radio. En 1923, el Instituto Franklin le concedió la medalla Elliott Cresson, y en 1946 recibió la medalla Edison del Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos. El Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos concede anualmente una medalla que lleva su nombre.
A lo largo de su vida, Lee de Forest se vio envuelto en muchos litigios con sus socios y competidores, y algunos biógrafos le han descrito como un hombre sin escrúpulos, con un afán desmedido por la fama y la riqueza. Era muy dado a hacer predicciones, que no siempre fueron acertadas: vaticinó el uso de las microondas en las comunicaciones y en la cocina, pero también pronosticó que la televisión sería un fracaso comercial, que era imposible enviar astronautas a la Luna, y que el transistor nunca lograría sustituir al triodo.
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