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(Publicado originalmente en Madrid Sindical)
Los saurópodos, los dinosaurios cuadrúpedos de cuello largo como el brontosaurio y el diplodocus, fueron los animales terrestres más grandes que han existido. Ningún mamífero ha alcanzado, ni de lejos, las enormes tallas de aquellos gigantes. ¿Por qué? La respuesta está en la alimentación.
Un elefante de nueve toneladas necesita invertir dieciocho horas al día para alimentarse. Aún así, en otros tiempos han existido elefantes más grandes, como el mamut del río Songhua, de nueve metros de longitud, 5,3 de altura y 17 toneladas de peso, que vivió en el norte de China hace 280.000 años; e incluso éste se ve superado en altura por el mayor mamífero terrestre conocido, el indricoterio, un pariente cuellilargo y sin cuernos de los rinocerontes que vivió en Asia hace entre 29 y 23 millones de años, y que alcanzaba los seis metros de altura en la cruz. Pero ése debe de ser el tamaño máximo que puede tener un mamífero terrestre. ¿Cómo pudieron crecer tanto los saurópodos? El argentinosaurio llegaba a pesar cien toneladas, y hay indicios de especies mayores, que quizá podrían superar las doscientas toneladas.
Hay una diferencia fundamental entre el modo de alimentarse de los saurópodos y el de los mamíferos: los mamíferos mastican, mientras que los saurópodos se tragaban la comida sin masticar. La masticación, al dividir la comida en trozos más pequeños, ayuda a acelerar la digestión, pero por otra parte requiere tiempo, y una cabeza grande para alojar las anchas muelas y los músculos necesarios. Por eso los elefantes tienen una cabeza tan enorme. Los dinosaurios, sin embargo, carecían de dientes masticadores. La cabeza de los saurópodos era pequeña y ligera, con dientes que sólo servían para arrancar la vegetación de la que se alimentaban. Gracias a esto, pudieron desarrollar el largo cuello con el que podían pacer en un área muy amplia sin necesidad de mover su pesado cuerpo. A un mamífero, con sus muelas y músculos masticadores, le sería imposible sostener la cabeza sobre un cuello tan largo.
Una parte importante de la dieta de los saurópodos eran los equisetos, unas plantas muy nutritivas, pero también muy abrasivas. Contienen una elevada proporción de silicatos, que desgastan los dientes con rapidez. Como sus dientes no eran grandes, los saurópodos podían permitirse reemplazarlos con frecuencia; algunos incluso los renovaban todos los meses. Un mamífero, con sus dientes grandes y especializados, no podría sobrevivir con una dieta tan abrasiva.
Como no masticaban, la digestión de los saurópodos era lenta; probablemente duraba varios días. Pero gracias a su enorme aparato digestivo y a su sofisticado sistema respiratorio, con sacos aéreos que se extendían por el interior de las vértebras y de otros huesos, y válvulas que optimizaban el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, su metabolismo era muy eficaz. Un metabolismo que han heredado las aves, y que les ha permitido conquistar los cielos.
En resumen, sus dientes primitivos permitieron a los saurópodos desarrollar un cuello largo y aprovechar los nutritivos pero abrasivos equisetos. Gracias al cuello largo, podían alimentarse sin gastar energía en desplazarse; y su sofisticado aparato respiratorio les otorgaba un metabolismo muy eficaz. La combinación de todos estos factores hizo posible la existencia de aquellos titanes.
Sr. Neutrino:
ResponderEliminarIba usted bien encaminado al principio de su disertación. Sin embargo, como tantas otras veces, se equivocó al tomar la desviación. La clave está, efectivamente, en el tiempo dedicado a comer. Habla usted de los elefantes, que dedican 18 horas de las 24 que tiene el día. Pues bien, hace unos 20 millones de años, el planeta, por todo el peso que soportaba (el de los dinosaurios), giraba más despacio, y la duración del día era mucho mayor a la actual (en algunos momentos quizás llegó a ser el triple). Aún en la época del mamut asiático, según las últimas investigaciones, el día duraba unas 40 horas, de las cuales dicho habitante del río Songhua dedicaba a comer 34. Como ve, la proporción entre el tiempo dedicado a comer y la duración del día es la misma que la del elefante. Todo cuadra.
Todo cuadraría si fuera cierto, pero es justamente al revés. La Tierra giraba más deprisa en el pasado, y su rotación se ha ido frenando por la fricción provocada por las mareas. Así que, en tiempos de los dinosaurios, el día era más corto, no más largo.
ResponderEliminarComo el día se está alargando, quizá en el futuro (lejano) podremos ver mamíferos más grandes, ya que tendrán más tiempo para comer...
El animal más grande sobre la faz de la Tierra es el lenguaje.
ResponderEliminarSólo él tiene el tamaño del Universo.
Él soporta el peso de toda historia.
(Buen blog, y ánimo con la polémica)
NO EL ANIMAL MAS GRANDE ES EL BALUCHITERIUM
ResponderEliminarBaluchitherium e Indricotherium (el indricoterio del que hablo) se consideran sinónimos. Sí, es el mamífero más grande que conocemos.
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